duminică, 4 mai 2008

Tu risa

Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero no me quites
tu risa.
No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto estalla
en tu alegría, la repentina ola
de plata que te nace.
Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados a veces
de haber visto la tierra
que no cambia,
pero al entrar
tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mi todas
las puertas
de la vida.
Amor mío, en la hora más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto ves que mi sangre
mancha las piedras de la calle, ríe, porque
tu risa
será para mis manos como una espada fresca.

Junto al mar en otoño,
tu risa
debe alzar su cascada de espuma,
y en primavera, amor, quiero
tu risa
como la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.


Ríete de la noche, del día, de la luna,
ríete de las calles torcidas de la isla,
ríete de este torpe muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire, la luz, la primavera,
pero

tu risa
nunca
porque
me moriría.

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